Se celebra hoy, “El Día Mundial de la Salud” (DMS). Como todos los años el 7 de abril, marca el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948 y cada año se centra en un problema de salud pública específico.
Además de centrarse en el camino hacia el logro de la Salud para todos, que es el tema de este año, la OMS celebrará su 75º aniversario bajo el lema 75 años mejorando la salud pública.
En 1948, los países del mundo se unieron y fundaron la OMS para promover la salud, mantener el mundo seguro y servir a los vulnerables, para que todos, en todas partes, puedan alcanzar el más alto nivel de salud y bienestar. El 75.º aniversario de la OMS es una oportunidad para mirar hacia atrás a los éxitos de salud pública que han mejorado la calidad de vida durante las últimas siete décadas. También es una oportunidad para motivar la acción para abordar los desafíos de salud de hoy y mañana.
Salud para todas las personas, en el contexto de la Región de las Américas es un llamado a reivindicar el derecho a la salud, como un derecho humano básico. Es también un llamado a reafirmar el compromiso con la atención primaria de salud (APS) como piedra angular de sistemas de salud sostenibles y resilientes que transitan hacia la cobertura universal y el acceso universal a la salud (Salud Universal), así como hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) (1–3).
El enfoque de APS ha sido y sigue siendo un elemento central en las iniciativas de fortalecimiento y transformación de los sistemas de salud, promoviendo la participación de todas las instancias gubernamentales y de la sociedad, y combinando tres componentes: políticas y medidas multisectoriales; capacidad de acción y decisión de personas y comunidades; y servicios de salud integrados y centrados en la atención primaria y en las renovadas Funciones Esenciales de Salud Pública (FESP).
El empoderamiento social ha sido un elemento clave para enfrentar la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias desde el territorio. Numerosos ejemplos de buenas prácticas han surgido del trabajo de organizaciones y colectivos a nivel local y regional en cada uno de los países de la región. Esto demuestra el potencial de transformación que ofrece implicar y empoderar a las personas, las familias y las comunidades para aumentar la participación social y mejorar el autocuidado de la salud. También llama a los tomadores de decisión a continuar garantizando una participación informada y activa en la que las personas estén en el centro de las decisiones y los resultados de salud.
Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud
Organización Panamericana de la Salud