El Día Mundial de la Justicia Social fue proclamada por Resolución 62/10 de la Asamblea General de las Naciones Unidad, el 26 de noviembre de 2007. A tal efecto, se seleccionó como fecha de celebración de esta efeméride el día 20 de febrero de cada año.
El Día Mundial de la Justicia Social nos recuerda cada año la necesidad de construir sociedades más justas y equitativas. En la Resolución 62/10, se menciona que se “Reconoce que el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, y que, a su vez, el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales»
En otro punto de la resolución de la ONU se «Reconoce la necesidad de seguir consolidando la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos”
En este sentido, la idea de que la promoción de la justicia social debe ser el objetivo central que guíe todas las políticas nacionales e internacionales cobra cada vez más fuerza. Esta idea ha ganado adeptos entre los defensores que argumentan que permite que las sociedades y las economías funcionen de forma más cohesionada cuando se da prioridad a la justicia social.
Sus defensores sostienen que promover el trabajo decente y una agenda de globalización justa centrada en los derechos fundamentales, las oportunidades de empleo, la protección social y el diálogo social constructivo entre gobiernos, empleadores y trabajadores es clave para situar la justicia social en el centro.
Entre las propuestas para promover la justicia social se incluyen la mejora de una gobernanza inclusiva y eficaz del trabajo, la garantía de oportunidades de empleo y aprendizaje permanente, la reforma de las instituciones para lograr resultados más justos en el mercado laboral y la ampliación de la protección social a lo largo de la vida de las personas. Para ello se aboga por un enfoque integrado en todos estos ámbitos.
Antecedentes
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó por unanimidad la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa el 10 de junio de 2008. Esta es la tercera declaración de principios y políticas de gran alcance adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo desde la Constitución de la OIT en 1919. Es heredera de la Declaración de Filadelfia, de 1944, y de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento, de 1998. La Declaración de 2008 expresa la visión contemporánea del mandato de la OIT en la era de la globalización.
Esta Declaración surge en un momento político crucial, que refleja el amplio consenso acerca de la necesidad de una fuerte dimensión social en la globalización, que permita conseguir mejores resultados y que estos se repartan de manera más equitativa entre todos.
El informe del Director General de la OIT en la 111.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, del año 2023, se centró en la necesidad de una mayor justicia social a escala mundial y en los medios para alcanzarla. El documento destacó además las oportunidades que existen, tanto a escala nacional como internacional, para impulsar el enfoque de la OIT centrado en las personas y basado en los derechos.
Este año, la OIT conmemorará la ocasión con una serie de siete actos que se celebrarán en las principales ciudades del mundo. Ponentes de alto nivel del mundo laboral hablarán de cómo situar la justicia social en el centro de las agendas políticas internacionales, nacionales y regionales.
Fuente y foto: ONU.