Cada 2 de junio se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Miastenia Gravis, con la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población acerca de una enfermedad neuromuscular rara y autoinmune, que afecta a miles de personas en el mundo.
¿Qué es la Miastenia Gravis?
La Miastenia Gravis es una enfermedad autoinmune y neuromuscular crónica que se origina debido a un desorden en el sistema inmunológico, generando anticuerpos que interfieren con los receptores de los músculos, dañando la conexión entre la sustancia química que circula por las terminaciones nerviosas y los receptores. Esto ocasiona debilidad y mal funcionamiento de los músculos.
Esta enfermedad rara puede afectar a personas de cualquier edad, siendo más común en mujeres jóvenes y hombres de edad avanzada. Se estima una incidencia de 20 casos por cada 100.000 habitantes.
La debilidad muscular que provoca la miastenia grave empeora a medida que se usa el músculo afectado. Como los síntomas generalmente mejoran con el descanso, la debilidad muscular puede aparecer y desaparecer. Sin embargo, los síntomas tienden a progresar con el paso del tiempo y alcanzan su peor punto pocos años después del comienzo de la enfermedad.
Aunque la miastenia grave puede afectar cualquiera de los músculos que controlas voluntariamente, ciertos grupos musculares se ven afectados con mayor frecuencia.
Algunos de los síntomas característicos de esta enfermedad son los siguientes:
- Visión doble (diplopía).
- Disfagia o dificultad para masticar y tragar.
- Debilidad en el cuello.
- Párpado caído, conocido como ptosis palpebral.
- Parálisis facial, por debilidad de los músculos faciales.
- Dificultad para hablar (disartria).
- Debilidad en brazos y piernas.
- Dificultad para respirar, debido a la debilidad de los músculos de la pared torácica.
No existe cura para la miastenia grave, pero el tratamiento puede ayudar a aliviar los signos y síntomas, como la debilidad de los músculos de los brazos o las piernas, la visión doble, los párpados caídos y las dificultades para hablar, masticar, tragar y respirar.
Diagnóstico
El médico revisará tus síntomas e historia clínica, y llevará a cabo un examen físico. El médico podría realizar varias pruebas, incluidas las siguientes:
- Examen neurológico.
- El médico puede revisar tu salud neurológica por medio de pruebas de:
– reflejos;
-fuerza muscular;
-tono muscular;
-Sentido del tacto y de la vista
-coordinación;
-Equilibrio
Estos son algunos exámenes para ayudar a confirmar un diagnóstico de miastenia grave:
- Prueba de la bolsa de hielo
Si tienes un párpado caído, el médico podría colocarte una bolsa de hielo en el párpado. Después de dos minutos, el médico retira la bolsa y analiza el párpado caído en busca de signos de mejoría.
- Análisis de sangre
Un examen de sangre podría revelar la presencia de anticuerpos anormales que perturban los sitios receptores donde los impulsos nerviosos envían señales a los músculos para que se muevan.
- Estimulación repetitiva del nervio
En este estudio de conducción nerviosa, los médicos colocan electrodos en la piel que cubre los músculos que se van a examinar. Los médicos envían pequeños pulsos de electricidad a través de los electrodos para medir la capacidad que tiene el nervio para enviar una señal al músculo.
Con el fin de diagnosticar la miastenia grave, los médicos examinan el nervio varias veces para ver si su capacidad para enviar señales empeora con la fatiga.
Tratamiento
Varios tratamientos, solos o en combinación, pueden aliviar los síntomas de la miastenia grave. El tratamiento dependerá de tu edad, la gravedad de tu enfermedad y la rapidez con que esta progresa.
Fuentes consultadas: Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médicas