Nelson Castro repasó con serenidad los hitos que moldearon su historia: una infancia atravesada por una enfermedad que casi le cuesta la vida, una vocación médica nacida en los pasillos del hospital y una fe que —dice— lo sostiene cada día. “Nadie que no tenga capacidad de enfrentar la desgracia puede aspirar a tener un éxito real en la vida”, reflexionó en diálogo con Clarín.
Con su habitual templanza, contó que no teme a la muerte, aunque sí al deterioro físico. “Le temo sí a la decrepitud. Siempre le pido a Dios no sufrirla”, confesó. Católico crítico, aseguró que su vínculo con la misa no responde a una obligación, sino a una necesidad interior. También recordó con asombro la entrevista histórica que mantuvo con el Papa Francisco sobre su salud.
En el terreno personal, reveló que estuvo a punto de casarse con una médica estadounidense que falleció por Covid. “Ese enamoramiento profundo nunca más lo volví a experimentar”, admitió. Sobre las versiones que circularon en su contra, fue tajante: “Si fuera homosexual, lo diría sin problemas”. Con esa sinceridad, resumió una vida guiada por la coherencia y la gratitud.
