Desde 1732, la Iglesia Nuestra Señora del Pilar es un faro que ilumina la ciudad de Buenos Aires. Durante estos casi tres siglos de vida, muchos sacerdotes, frailes y laicos han servido a la Iglesia porteña con profunda espiritualidad, sólida formación y corazón magnánimo.
Esta bella y majestuosa construcción fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942. Está ubicada en barrio Norte y fue proyectada por los arquitectos jesuitas Bianchi y Prímoli. Hoy en día, se conservan sus majestuosos retablos, imaginería y ornamentos originales. En su origen estaban en las afueras de la ciudad, teniendo en cuenta las reglas de la orden de recogimiento y separación. El que aportó el dinero para la construcción fue un vecino proveniente de Zaragoza y puso la condición de que venerara a la Virgen del Pilar, muy popular en su ciudad de origen.
La iglesia consta de una sola nave con un crucero muy desarrollado, cubierto por bóveda vaída. Las capillas laterales son poco profundas. En su interior, se destaca el retablo mayor (barroco), con la imagen titular en el centro y a sus costados dos santos franciscanos. El altar mayor es una pieza muy singular, con ornamentación inca del Alto Perú, muy ricamente trabajado en plata.
Los altares laterales de la única nave, también son barrocos. La talla de madera de San Pedro de Alcántara –copatrono de la iglesia– es del siglo XVIII y se le atribuye al escultor Alonso Cano, mientras que el Altar de las Reliquias, según la tradición, fue un regalo del rey Carlos III de España. El púlpito es también de factura barroca.
Bienvenidos a todos aquellos que deseen visitarla. Su dirección es Junín 1904.