Ciro Pertossi rompió el silencio:
Ciro Pertossi, uno de los ocho imputados del crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero de 2020 en la localidad balnearia de Villa Gesell, rompió hoy el silencio al declarar en el juicio por el caso y confirmó que es quién aparece en uno de los videos que captaron la agresión, pero que no pateó a la víctima porque advirtió que estaba tirada en el piso y se contuvo.
El mayor de los dos hermanos Pertossi (22) pidió la palabra minutos después de que se puso en marcha la penúltima jornada (audiencia Nº 12) de testimonios ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, y dijo que quería aclarar una cuestión respecto de una de las imágenes que se reprodujeron en distintas audiencias del debate.
“Este chico soy yo. Y quisiera aclarar que esa patada no la doy, y que cuando me doy cuenta que el chico está en el piso me freno antes”, declaró el joven, de pie, mientras señalaba con un puntero su imagen en la pantalla.
En su breve exposición, el imputado también se refirió al mensaje de audio que envió al resto de los acusados tras el ataque, a través del grupo de Whastapp “Los delBoca3” que compartían, en el que aseguraba: “Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie”.
“Quiero aclarar que cuando yo estaba viendo el teléfono, uno de los chicos dice que ya hay agite en Zárate, de que nos habíamos peleado. Yo no quería que mis padres se enteren que nos habíamos peleado”, señaló ante los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari.
Tras su declaración, Ciro Pertossi adelantó que no respondería preguntas de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, y tampoco de los abogados del particular damnificado, Fernando Brulando y Fabián Améndola.
“No voy a contestar”, reiteró ante la insistencia de García, y ante una consulta de la presidenta del tribunal, confirmó que mantendría su negativa, por lo que se dio por terminada su exposición.
La escena a la que se refirió Ciro Pertossi había sido detallada en la sexta y séptima jornada del juicio por el instructor fiscal Javier Pablo Laborde, quien describió como un golpe “displicente” a la presunta patada a la que el acusado hizo mención.
En su declaración como testigo, Laborde describió a un joven vestido con “chomba gris y pantalón de jean azul” que “arroja una patada ” que, a su criterio, “frena antes de impactar” y estimó que “habrá advertido que estaba inconsciente”.
Ciro Pertossi fue el tercer imputado que pidió declarar desde el inicio del juicio el último 2 de enero, luego de que la semana pasada lo hizo su hermano Luciano (21) y ayer Máximo Thomsen (23), quien habló durante 50 minutos.
Tras la breve intervención de este martes de Ciro Pertossi, declaró como testigo el ingeniero informático especializado en análisis digital forense Pablo Rodríguez Romeo, convocado por la defensa, quien cuestionó las actuaciones en las que fueron secuestrados los teléfonos celulares de los acusados, por considerar que “la cadena de custodia fue rota desde el inicio”.
Pablo Alberto Rodríguez Romeo (Izq), testigo de la defensa.
También se refirió a presuntas irregularidades cometidas al momento de la extracción de datos realizada por Policía Federal Argentina (PFA) porque entendió que “no cumplió los protocolos” y aseguró, además, que “de los teléfonos se eliminaron mensajes después del secuestro”.
Luego brindó su testimonio Agustín Costa Shaw, psicólogo clínico propuesto por la defensa, a cargo de Hugo Tomei, que intervino en una serie de pericias previstas para marzo de 2022, que no llegaron a concretarse durante la investigación.
Costa Shawn declaró de manera telemática desde la localidad de Zárate y explicó que la negativa de los imputados a realizar aquella medida fue porque aseguraron que no confiaban en la investigación y que sufrían “persecución mediática”.
A su vez, precisó que Thomsen “no podía parar de llorar, hubo que contenerlo”, que fue “el primero que dijo que no quería realizar la pericia porque después de filtra todo”, y que “en un momento habla de la madre, y se quiebra porque se siente culpable por la situación de salud de la madre”.
El cierre de la jornada contó con los testimonios de los padres de tres de los imputados, y la madre de otro de ellos.
Mauro Pertossi, papá de Luciano y Ciro, dijo que sus hijos “no son asesinos” y que lo que pasó es “tremendo” y “una desgracia”.
“Uno cree que las cosas están encaminadas en la vida y llega esto, y no sé qué pensar. Mis hijos no son asesinos, son chicos, son adolescentes, son vagos como les decimos en mi barrio. No puedo creer de lo que se está acusando”, dijo el hombre.
Por su parte, Eduardo Benicelli, papá de Matías (23), expresó que siente “mucho dolor, angustia” y que “nunca” imaginó “pasar por una situación así”.
“Estamos acosados, no podemos salir a la vereda. Escucho cómo insultan mediáticamente a mi esposa. No encuentro explicación. Mi trabajo se vino para abajo. No encuentro una palabra justa para poder definirlo. Fueron tres años de mucho dolor”, agregó el testigo, quien incluso cuestionó a quienes escuchó decir que quiere que a su hijo le hagan daño en la cárcel.
“No quiero decir que lo que pasó no fue terrible, es terrible lo que pasó, un dolor terrible para todos, terrible”, agregó.
Finalmente, declaró la mamá de Enzo Comelli (22), María Alejandra Guillén, quien sostuvo que estaba “devastada”, que su vida “cambió ese día”, y que lo que sucedió “es tremendo”.
Tras el cierre de la audiencia, el fiscal Juan Manuel Dávila, a cargo de impulsar la acusación contra los ocho acusados en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, consideró hoy que fue “importante” que el imputado Ciro Pertossi se haya identificado en los videos durante su declaración, que en la grabación reproducida “se ve que le pega la patada a Fernando”. Respecto de los testimonios de los acusados, afirmó que “no afectan a lo que ya se ha probado en el debate”.
El fiscal Davila, ademá sagregó “Que no respondan preguntas quedará a la interpretación del tribunal. Son declaraciones o frases sueltas. Es una cuestión de la estrategia de la defensa”.
Por su parte, Graciela Sosa y Silvino Báez, padres de la víctima, presenciaron todos los testimonios de la jornada, y al salir cuestionaron la postura de los imputados y de sus familiares.
“Quiero decirle al país que la única víctima se llama Fernando José Báez Sosa. Que decidió ir de viaje a pasar sus vacaciones y me lo devolvieron en un cajón bien cerrado. Le rompieron todos sus órganos de tanta patada que le dieron”, dijo la madre de Fernando.
El padre, Silvino Baez, en tanto, aseguró que “escuchar a los chicos” que declararon “es otra herida más” y que “no suma nada”.
“Si yo soy padre de los acusados, los hago sentar ahí para que digan la verdad”, expresó el hombre.
Graciela Sosa, dijo que “En ningún momento los imputados nos dijeron nada. Preferimos estar bien lejos de ellos. Que nos pidan perdón no nos devuelve a nuestro hijo”, dijo la mujer al finalizar la decimosegunda audiencia del juicio que se lleva adelante en los Tribunales de Dolores, al tiempo que su esposo, Silvino Báez, agregó: “Le digo a la sociedad que Fernando es la única víctima, le rompieron la cabeza”.
En ese sentido, Silvino continuó: “Él se anotó para donar sus órganos antes de terminar la secundaria. Por los golpes y las patadas que le dieron no pudo ni donar sus órganos”.
Por otro lado, la madre de Fernando, negó haber recibido una carta de Juan Ignacio Guarino, uno de los imputados sobreseídos en la causa.
Finalmente, Graciela hizo referencia al encuentro interreligioso previsto para mañana por el tercer aniversario de la muerte de su hijo.
“Esperemos que mañana sea tranquilo, con fuerzas. Va a ser un día muy doloroso para nosotros. Queremos convertir ese dolor en ayuda”, concluyó
Por su parte, al dejar los tribunales de Dolores, Fernando Burlando, abogado de los padres de Fernando Báez Sosa, dijo que esperaba una actitud “más inteligente” de los padres que declararon como testigos de parte de la defensa, y consideró que “jamás tuvieron una cuota de amor al prójimo o condolencias para la familia” de la víctima.
“Me llamo la atención que solo vinieron a hablar de ellos. Que tienen problemas en el almacén, que tiene problemas con los medios, con Burlando, parece una cosa menor en toda esta tragedia.
Los testimonios de la Audiencia numero 11 y sus repercusiones.
La madre de Blas Cinalli, uno de los ocho acusados, María Paula Cinalli, la madre de Blas Cinalli, declaró ayer, en la audiencia Nº once como testigo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, a cargo del debate.
“Nosotros ni bien nos enteramos de todo esto no sabíamos quién era el fallecido, no sabíamos ni siquiera si era mi hijo. Todo esto nos afectó mucho. Fue un hecho desgraciado, una desgracia muy grande. Nos ha afectado mucho, nos sigue afectando, no quiero ni pensar lo que han sufrido los padres de este joven fallecido, no quiero ni pensarlo”, indicó.
Y agregó: “Después, todo lo que se ha creado alrededor, seguimos sufriendo por el show mediático que se ha armado”.
Al escuchar estas palabras, a Máximo Thomsen, otro de los acusados, se le cayeron unas lágrimas, mientras que los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, se retiraron del recinto.
Luego fue el turno de Rosalía Zárate, la madre de Thomsen, quien en ese momento se quebró.
“No puedo más. Esto es una pesadilla”, dijo la mujer, tras lo cual, su hijo pidió declarar y lo hizo durante casi una hora.
Tomás ítalo Colazo, amigo de los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, declaró ayer que vio “cerca” de la víctima tirada en el piso a los acusados Máximo Thomsen y Ciro Pertossi tras “una pelea” frente al boliche “Le Brique” de Villa Gesell, aunque no pudo precisar quiénes le pegaron al joven estudiante de derecho.
Al declarar como testigo ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, Colazo (19) señaló además que al ver a la víctima caída le puso “el brazo a Máximo en el pecho” y lo tiró “para atrás”, con “la intención de que no se peleen más”.
“Lo que yo vi cerca fue a Máximo, me acuerdo ver de cerca a Ciro. Pegar bien, no vi quién, no estoy seguro. Luego de ponerle el brazo a Thomsen, me mira y mucho recuerdo no tengo”, declaró el joven, quien nunca estuvo imputado en el caso, pero desde el inicio de la investigación fue señalado por los abogados de la familia de la víctima, Fernando Burlando y Fabián Améndola, como el “sospechoso número 11”.
Colazo fue el segundo testigo de la décimo primera audiencia del debate, y relató además que antes de que fuera expulsado del local bailable, Luciano Pertossi (21), conocido suyo del colegio, tuvo “una discusión” en su interior, en la que hubo “empujones y cayeron al piso”, hasta que “vienen los de seguridad y los separan”.
“Cuando salgo y giro vuelvo a ver a Luciano agarrándose con esta persona con la que había tenido el conflicto adentro”, explicó.
Ante una pregunta de Burlando sobre qué pasó tras “la pelea” frente al local bailable, Colazo dijo: “Nos retiramos caminando por esa cuadra”.
Desisten del testimonio de Milanessi, el otro imputado que fue sobreseído. La defensa y la querella que intervienen en el juicio que se les sigue a ocho rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa desistieron del testimonio de Alejo Milanessi, el segundo joven que estuvo imputado y luego fue sobreseído en la causa, quien había sido citado a declarar hoy al igual que Juan Pedro Guarino.
El testimonio de Maximo Thompsen
Máximo Thomsen, uno de los ocho acusados del crimen de Fernando Báez Sosa, declaró ayer por primera vez en el juicio
“Quiero pedir disculpas principalmente porque jamás, jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien, sostuvo el imputado al declarar por casi una hora ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, a cargo del debate.
Fue el propio Thomsen (23) quien pidió hablar en el recinto luego de escuchar a su madre, Rosalía Zárate y quebrarse.
“Jamás en la vida tuve intención de matar a nadie porque vengo escuchando todos los días que yo organicé, que soy líder“, insistió y luego de su descargo recordó lo que hizo junto a sus amigos en las horas previas al crimen cuando arrancaron yendo a “comer a un lugar que tenía promociones” y acordaron comprar “entrada con anticipación” para ir a bailar a “Le Brique”.
“Nos preparamos para ir a la playa y me acuerdo que llevamos dos heladeras y que teníamos que ir lejos del centro porque estaba el operativo y no dejaban pasar. Nos pusimos a tomar, pusimos música y cuando ya se estaba haciendo de noche ya estábamos medio mamados”, relató.
“Fui el primero que entró y fui directo a la barra a cambiar la consumición”, continuó y recordó que posteriormente los empleados de seguridad los retiraron por la fuerza.
Una vez en la calle, el acusado dijo que sintió que le “pegan una piña en la cara” y que reaccionó “tirando patadas”.
“No sé a quién, no sé a dónde, estoy seguro que una o dos patadas he pegado, pero jamás con la intención de matar a nadie”, explicó y agregó que después de esas agresiones se fueron del lugar.
Momentos más tarde llegó uno de sus amigos que le dijo: “Creo que terminó mal”, ante lo cual, él le dijo: “¿Cómo?, Capaz te estás confundiendo con otra de las peleas, si fueron segundos…. Fue un abrir y cerrar de ojos.”
Tras su exposición, el acusado aceptó responder preguntas del fiscal Gustavo García, pero solo referidas a él y no de otras personas.
Así contó que en a la salida del boliche él vio “un grupo grande de chicos con un amigo, como que se iba a enfrentar” y que al acercarse fue cuando sintió “un golpe en la cara”.
Y ante las preguntas del fiscal para que identifique a quiénes veía en uno de los videos del hecho, Thomsen dijo: “Yo no soy”, y no aceptó responder quién era.
Entonces le repreguntaron si sabía a quién le estaban pegando en el video y él respondió: “Hoy en día por todo lo que vi, sé que es la víctima.”, y agregó “. En ese momento no sabía a quién le había pegado.
-¿Le pegó a esa persona que está en el suelo?
-No sé.
El fiscal le volvió a preguntar su reconocía que él estaba en el video, pero el acusado respondió que solo entró a la ronda tirando patadas.
Y reiteró que no iba a responder preguntas referidas a otras personas.
Seguidamente, el fiscal le preguntó sobre algunas prendas halladas adentro de la casa donde fue detenido junto a los otros acusados, si son de alguno de ellos y ante cada foto de las mismas que le mostraron dijo: “No es mía.”
-¿Esa camisa es suya?
-No lo recuerdo.
-Esa zapatilla marca Cyclone son de su propiedad?
–Son mías.
-¿Era la que usted usaba la noche del 18 de enero de 2020?
-Sí.
-¿En los videos que se han estado pasando desde hace doce jornadas se vio reflejado alguien que le haya pegado a usted?
–No lo advertí.
A su turno, el abogado Burlando, abogado de los padres de Fernando, tomó la palabra para preguntar.
“No me siento cómodo respondiendo a una persona que me insultó mucho, insultó a mi mamá”, dijo Thomnsen cuando el letrado quiso comenzar a interrogarlo.
-¿Por qué se cambió la ropa? – preguntó Burlando.
-No voy responder.
Ante esta situación, finalmente intervino la presidenta del tribunal, la jueza Claudia Castro, para recordar que el acusado tiene derecho a no responder.
Al retirarse de los tribunales de la ciudad de Dolores tras una extensa audiencia, el defensor de los acusados, Hugo Tomei agregó que “es importante porque el tribunal ha escuchado a (Máximo) Thomsen”.
Mañana, 18 de enero, se cumplirá el tercer aniversario de la muerte del joven Fernando Báez Sosa, tras ser asesinado.
Graciela y Silvino, padres de Fernando Bàez Sosa.
Se espera la conclusión de las audiencias de debate, mientras la semana próxima serán a los alegatos finales en el juicio para la clausura del proceso y pasar luego a la instancia del dictado de la sentencia del trubunal.
Los padres de Fernando, Graciela y Silvino Báez Sosa, habían convocado la semana anterior a una oración interreligiosa para mañana 18 de enero, en memoria de su hijo.
En el comunicado también pidieron que quien pudiera acercarse a la Ciudad de Dolores, se acercaran a acompañarla, ya que será un momento muy doloroso, en tanto que pidió que de ser posible acercaran un alimento no perecedero para acompañar la causa solidaria que abogaba Fernando.
El pedido de acompañamiento, fui reiterado en el día de hoy, tras salir de la audiencia número doce.
Por enviado especial.- Telam
Fotógrafo: Izquierdo Diego.