Hoy concluyó la primera semana en el juicio contra los ocho acusados de matar a Fernando Báez Sosa, tras realizarse la quinta audiencia.
La declaración de los testigos citados por la querella fue encabezada por el testimonio de Andrea Ranno, recepcionista del hotel «Inti Huasi», situado en la misma cuadra de «Le Brique», quien detalló que la madrugada de ese 18 de enero de hace tres años vio pasar a al menos ocho rugbiers «muy exaltados, muy contentos, contentísimos y felices» y que escuchó a uno de ellos decir: «Le rompí toda la jeta, viste… le llené toda la jeta de sangre.»
Tras pronunciar esa frase, la testigo miró a los padres de Fernando y les pidió perdón, luego de lo cual continuó con su relato ante los jueces.
Ranno, quien esa madrugada estaba en su puesto en el hotel «Inti Huasi contó que minutos después del ataque a Báez Sosa vio pasar a al menos ocho rugbiers, por lo que cuando llegó el personal de la Delegación Departamental de Investigaciones habló con la policía.
«Todos se sentían partícipes de ese festejo», aseguró Ranno, quien puntualizó que al primero que vio pasar «muy nervioso» fue a Thomsen -a quien no nombró, aunque sí reconoció en videos que le exhibieron- seguido metros atrás por sus amigos.
«Pasan frente a mí, se venían riendo, festejando entre ellos, todos», agregó la recepcionista, quien a continuación describió a Thomsen como quien «tenía una camisa negra rota, el cabello revuelto», caminaba «adelante» y «de manera desaforada, firmemente, con la cabeza baja, como ciego».
En los mismos videos, la mujer reconoció como a otro de los agresores a uno «rubiecito, que tenía una camisa que brillaba, que llamaba la atención» y que resultó ser el acusado Matías Benicelli (23).
Otro de los testimonios de hoy, fue el del policía que dijo que fue Máximo Thomsen quien incriminó al remero de Zárate en el homicidio.
Mariano Rolando Vivas dijo al declarar que «Thomsen manifestó que era de Pablo Ventura» la zapatilla marca Cyclone negra con suela blanca y manchada con sangre encontrada en la vivienda alquilada por los rugbiers para veranear.
De este modo, el efectivo se convirtió en el primer testigo en identificar a quién involucró falsamente al remero Ventura, quien pasó unos días injustamente detenido hasta que fue sobreseído en la causa por el homicidio.
Vivas contó además que participó del operativo de arresto de los rugbiers y que fue quién pidió los videos del boliche «Le Brique» en los que se ve cuando sacan por la fuerza a Fernando y a los rugbiers.
Sobre el día del arresto, el policía dijo que cuando llegaron a la casa «salió una persona de sexo masculino» que «tenía una colita y que «era uno de los jóvenes que estuvieron en el lugar del hecho».
Después «salieron 10 personas. La fiscalía nos dice que los aprehendamos y que nadie entre al domicilio.
Finalmente, el efectivo contó que al día siguiente desde la fiscalía ordenaron secuestrar otros elementos de la casa, entre ellos las zapatillas y prendas de vestir.
El juicio continuó con la declaración del comisario mayor Lucio Pintos, a cargo de la Jefatura Departamental Pinamar, quien llamó al papá de Fernando para contarle lo que le había pasado a su hijo.
Por la tarde, el comisario mayor Hugo Vásquez, encargado del procedimiento de la Policía Científica en la casa de veraneo donde detuvieron a los rugbiers, también declaró que fue Thomsen quien dijo que la zapatilla era de Ventura.
«Estaban muy risueños, tuvimos que llamarles la atención varias veces para que no se rieran, que estábamos trabajando en algo serio», afirmó este testigo.
Mientras que otros policías declararon sobre cómo se llevó a cabo el procedimiento en el que fueron detenidos los rugbiers, y uno de ellos, el comisario Jorge Luis Stavrakis, reconoció en un video incorporado a la causa a los imputados Ciro (22) y Luciano (21) Pertossi, Thomsen, Ayrton Viollaz (23), Benicelli y a Enzo Comelli (22) como quienes atacaban a Fernando y a su amigo Tomas D´Alessandro a la salida de «Le Brique».
Durante la exhibición de las imágenes, los ocho imputados giraron simultáneamente su cabeza hacia la derecha para ver las filmaciones, que fueron reproducidas a menor velocidad y con zoom a pedido del testigo.
En tanto, por la tarde, y luego de Vasquez, declaró Lautaro Alejandro Cuqueijo, testigo del procedimiento realizado por la Policía Científica y quien afirmó: «El único que noté que estaba nervioso era el grandote, el más musculoso por así decirlo. Tenía bigote. Si no me equivoco es Máximo Thomsen. Se puso a vomitar.»
Con estos testimonios concluyò la quinta audiencia, donde los acusados estuvieron acompañados por Marcos Pertossi, padre de Luciano y Ciro; Francisco Thomsen, uno de los hermanos mayores de Máximo; Sergio Viollaz, padre de Ayrton; yZarate, madre de Benicelli.
Al finalizar la audiencia, los abogados del particular damnificado, Fernando Burlando y Fabián Améndola consideraron en declaraciones a la prensa que el balance de la primera semana del debate es positivo para ellos y destacaron el valor de los dichos de todos los testigos que declararon hasta el momento”.cerrando la primera semana del comienzo del juicio.
Los testimonios de la cuarta audiencia.
En esta primera semana del juicio por el asesinato de Fernando Baez Sosa, el día de ayer en la audiencia número cuatro, los testimonios recogidos por el tribunal fueron tan contundentes como los de quinta audiencia de este viernes.
Ayer, los acusados, ayer por primera vez se presentaron en la sala sin barbijo.
En tanto que los testimonios fueron presenciados los padres de Fernando, quienes como todos los días estuvieron presentes en la sala de audiencias
El primero en declarar ayer jueves, fue Tomás Bidonde, Un joven que se encontraba en el boliche «Le Brique» de Villa Gesell el 18 de enero de 2020 y presenció el ataque afuera contra Fernando Báez Sosa
Bidonde, describió la escena en la que ubicó a Thomsen al momento del ataque: «Cuando lo veo de frente, está pegando, golpeando al chico que después fallece, y recuerdo que ya casi al final le pega dos patadas en la cabeza, como puntinazos, y después recuerdo que lo agarra de la cabeza y le vuelve a dar dos o tres patadas».
El joven mencionó luego que Ciro Pertossi también goleó a Fernando «en espalda y costado» cuando estaba en el piso, en la primera referencia puntual a este acusado por parte de un testigo desde el inicio del juicio.
Aunque no precisó sus nombres, señaló que al menos otros dos agredieron también a Báez Sosa frente al boliche: «A Fernando veo que le pegan cuatro, en principio».
En la misma audiencia brindó su testimonio también Tatiana Caro, una joven que presenció el ataque mientras se encontraba en el bar «Beerland», ubicado junto a «Le Brique«, y dijo que Fernando «estaba parado y le pegaron de atrás», y que recibió «un golpe en la cabeza».
Señaló que, tras ser derribado, el joven intentó levantarse pero no pudo hacerlo porque «nunca pararon de pegarle», y puntualizó que un «chico rubio» que vestía «camisa oscura» siguió «pegándole patadas en el cuerpo».
«Le estaban pegando como a una bolsa de papas», dijo, e identificó como uno de los agresores a uno de los Pertossi, sin preciar el nombre.
Tal como había hecho en su declaración testimonial en el inicio de la investigación, la joven dijo que escuchó a uno de los que golpeaba a Fernando decir a otro miembro del grupo «quedate tranquilo que me lo voy a llevar de trofeo».
Caro declaró visiblemente afectada al recordar el hecho, y su testimonio conmovió a los padres de la víctima en la sala.
Otro testigo, Marcos Acevedo, un taxista que se encontraba en su auto frente al boliche al momento del ataque, dijo por su parte que observó a Fernando tomando un helado tras ser expulsado del boliche, y que en ese momento vio salir a otro grupo del local, uno de cuyos integrantes estaba «totalmente exhaltado, fuera de sí», y que luego esos jóvenes «cruzan la calle» tras reconocer a la víctima y «van derecho» hacia ella.
«Empiezan a pegarle sin mediar palabra», declaró, y dijo que «no hubo piedad» y que le gritaban «negro de mierda, ahora que estamos afuera por qué no me decís lo que me decías adentro».
El taxista escribió un texto dirigido a los ocho rugbiers acusados del ataque, y que intentó sin éxito leer ante el tribunal. Las cuatro páginas de la carta, fueron escritas por el testigo Marcos Acevedo y dirigidas los acusados a Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23)
«Hoy estoy acá pero me hubiese gustado no estar, me hubiera gustado por el contrario que Fernando cuente su verdad», dice uno de los párrafos del texto.
Tras ello, Acevedo debió declarar y se retiró de la sala sin poder leer el texto. Acevedo fue el único testigo que miró a la cara a los acusados en un momento de su declaración.
En tanto, luego del mediodía declaró Virginia Pérez Antonelli, una joven que asistió con maniobras de reanimación cardiopulmonar a Fernando cuando salió a la calle y vio la pelea.
«Quedate conmigo, por favor», la frase que le dijo a Fernando la joven que le practicó RCP tras el ataque que sufrió a la salida del boliche «Le Brique».
Así lo expresó la testigo Antonelli ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores. En ese sentido, la joven dijo que pidió ayuda a policías presentes en el lugar al ver a Fernando «sin respirar y sin conciencia», por lo que les indicó los pasos a seguir para realizarle RCP.
Luego de ello, refirió que sostuvo la cabeza de Fernando para evitarle lesiones en la columna mientras lo asistían en el suelo.
Además, Pérez Antonelli recordó el momento en el que Báez Sosa fue atacado, describió que uno de los agresores era «una bestia físicamente» e indicó que «no paraban de pegarle ni un segundo».
A partir de preguntas del defensor, la testigo aclaró que no es enfermera pero que había realizado cursos sobre ese tipo de maniobras en la Cruza Roja, y que guió en las maniobras a un grupo de policías que intervinieron tras el ataque.
En cuanto a la escena que presenció antes de intervenir, dijo que escuchó «muchos gritos de ´dale, dalé´, que eran acompañados de golpes«, y que en un principio «no sabía que había un chico tirado», pero que sí vio como le pegaban a un amigo de él, Tomás D´Alessandro, entre dos autos estacionados.
Ante la insistencia del defensor Tomei sobre el tipo de maniobras de reanimación realizadas, la chica le respondió que «es mejor tener a una persona con una costilla rota y viva que a una persona muerta», y aseguró que sostuvo la cabeza de Fernando para evitar lesiones en la columna mientras lo asistían en el suelo.
Al salir de la sala de audiencias, Pérez Antonelli dialogó con la prensa y contó que intercambió miradas con los acusados y asegurò que «Fue uno de los Pertossi. Me hizo un gestito con la boca. Ahí lo miré y le dije que era un hijo de puta»
La carta de la mamá de Ángeles Rawson a los papás de Fernando.
La madre de Ángeles Rawson, la adolescente de 16 años asesinada en 2013 por el portero del edificio en el que vivía en el barrio porteño de Palermo, publicó en las redes sociales una carta dirigida a los padres de Fernando Báez Sosa, en la que les pide que «tengan fortaleza»
En el texto de la carta que publicó Jimena Aduriz, dijo que el inicio del juicio a los rugbiers imputados por el homicidio de Fernando, con amplia cobertura mediática, la tiene “obviamente conmovidísima” y que le trajo “muchos recuerdos” sobre lo que ella misma vivió en 2015 en el juicio a Jorge Mangeri, el femicida condenado a prisión perpetua por el crimen de su hija.
Sobre los ocho rugbiers juzgados por el crimen de Fernando, la mamá de Ángeles dijo: “Ojalá que les den prisión perpetua a todos. No se trata solo de la muerte de Fernando sino también de la alevosía y la saña que pusieron”.
“Son personas perversas que actúan así, mucho remedio no tienen. Son tan responsables los que le pegaron, como los que lo filmaron, como los que impidieron que lo ayudaran. Creo que son personas incorregibles”, opinó.
María Graciela y Silvino, los padres de Fernando, como todos los días estuvieron presentes en la sala de audiencias. La próxima semana se reanudaran las audiencias del juicio.
Enviado especial. Agencia Nacional de Noticias Telam.
Fotógrafo