Según la consultora «AmericaRetail & Malls», la Argentina atraviesa un un escenario inusual en relación a la salida al mercado de vehículos nuevos.
La situación se ve obstaculizada por una situación inesperada que se da por la falta de organigramas de gobierno confirmados y la falta de funcionarios designados en áreas clave, lo que está generando retrasos en las aprobaciones necesarias para la comercialización de nuevos modelos de automóviles.
Sin firmas que avalen los certificados requeridos, la industria automotriz se encuentra en un punto muerto que afecta no solo a las empresas del sector, sino también a la economía en general.
La demora en la publicación del organigrama oficial del gobierno de Javier Milei, que ya lleva más de 100 días sin designaciones de funcionarios, ha generado un efecto dominó que impacta en diversas áreas, incluyendo la Secretaría de Medio Ambiente, ahora bajo la órbita de Daniel Scioli. Específicamente, la falta de firma en un certificado clave, la Licencia para Configuración Ambiental (LCA), desde diciembre del año anterior impide cualquier lanzamiento de vehículos nuevos en el país.
La LCA, establecida por el decreto 32/2018, es un requisito fundamental para la comercialización de vehículos, y su ausencia está paralizando toda actividad en este sentido. Esta licencia se gestiona ante la Unidad Técnico Operativa de Emisiones Vehiculares (Utoev), dependiente de la Subsecretaría de Ambiente, pero requiere la firma del director nacional correspondiente, que aún no ha sido designado
La incertidumbre generada por esta situación ha llevado a un punto muerto en el proceso de lanzamiento de nuevos modelos de automóviles, lo que afecta tanto a la industria nacional como a la capacidad de atraer inversiones extranjeras. Sin la LCA, junto con otros requisitos como la Licencia para la Configuración de Modelo (LCM) y un reporte del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), no se pueden aprobar las carpetas necesarias para iniciar la producción y comercialización de vehículos.
La gravedad de esta situación se hace evidente cuando se considera el impacto económico y laboral del sector automotriz en Argentina. Con una caída del 36,6% en las ventas de autos 0km en comparación con el año anterior, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), y una disminución del 29,4% en la producción de vehículos en marzo en comparación con el mismo período del año anterior, según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), el sector enfrenta desafíos significativos.
Ante este panorama, el anuncio por parte del Ministerio de Economía de un paquete de medidas para la industria automotriz, que incluye rebajas de aranceles para mejorar la competitividad y estimular las exportaciones, es recibido con esperanza. Sin embargo, la burocracia y la falta de designaciones en áreas clave del gobierno continúan siendo obstáculos importantes para la recuperación y el crecimiento del sector.
En última instancia, la parálisis en la salida de autos nuevos en Argentina debido a problemas administrativos resalta la necesidad de una gestión eficiente y ágil por parte del gobierno para garantizar un entorno propicio para la inversión y el desarrollo económico.