La última audiencia de testimonios había comenzado con la declaración conjunta de dos peritos forenses convocados por la defensa, quienes cuestionaron la autopsia realizada al cuerpo de Fernando.
Los peritos forenses convocados por la defensa de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa dijeron ayer, al declarar en el juicio, que el informe de autopsia realizado por el forense oficial no es concluyente sobre la causa de la muerte de la víctima, ya que no precisa si ciertas lesiones fueron producto de los golpes o de las maniobras de reanimación que le practicaron.
«Tuvo 60 segundos de golpes y más de 45 minutos de RCP (reanimación cardiopulmonar)», dijo el especialista en medicina legal Juan José Fenoglio en su exposición ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores.
Para el forense convocado por la defensa a cargo de Hugo Tomei, «es importantísimo saber qué arteria sangró y qué golpe le produjo la lesión», ya que consideró «raro que una persona con este traumatismo se muera en el lugar del hecho».
Al iniciar su declaración, el testigo dijo que «no coincide la conclusión» del informe de autopsia elaborado por el forense Diego Duarte «con lo observado en la autopsia» y consideró que la lesión en el hígado de Fernando a la que se refiere el perito oficial «puede ser por un aplastamiento en el hígado provocada por la reanimación por RCP».
«Un golpe no produce este tipo de lesiones», destacó Fenoglio, quien agregó que «el médico que hizo la autopsia tenía que investigar» la posible «presencia de un aneurisma» para determinar si podía explicar la rotura de una arteria.
Cuando el querellante Fabián Améndola le preguntó concretamente por qué murió Fernando, el perito respondió: «No lo sabemos, porque la autopsia no lo explica».
Además dijo que según consta en la autopsia, el fallecimiento se constató a las 6, pero no hay datos «de lo que pasó entre las 5.15» cuando la médica que trasladó a la víctima «lo deja en el shock room, hasta las 6».
En tanto, otro de los peritos convocados por la defensa, el médico emergentólogo Jorge Rodolfo Velich, aseguró por su parte que «el escrito de la autopsia causa vergüenza ajena como médico forense».
A su criterio, «Fernando Báez Sosa inicia su camino a la muerte por golpes en el cráneo, golpes de determinadas intensidades que no quedaron claras en la autopsia» y agregó que no cree que el joven» haya muerto en el lugar, pero sí que estaba inconsciente».
Además aclaró enfáticamente que «no fue la RCP la que mató a Fernando Báez Sosa pero agravó la situación por la movilización» del cuerpo.
«El cuadro de Fernando Báez Sosa tiene nombre y apellido: politraumatismos graves», indicó Velich, a partir de una pregunta del fiscal Gustavo García.
Acompañaron su declaración con imágenes del informe realizado del por el médico Duarte, que practicó la autopsia seis horas después del crimen en el Hospital de Pinamar
Los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, optaron por retirarse de la sala de audiencias para no escuchar en detalle la descripción de los forenses.
También estuvieron presentes en la sala los padres de varios de los acusados y Oscar Rossi, papá de Julieta, quien era novia de Fernando.
Otros dos acusados rompieron el silencio y aseguraron que «en ningún momento» le pegaron a Fernando.
Lucas Pertossi y Blas Cinalli, dos de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, declararon ayer, en la decimo tercer audiencia, tras un cuearto intermedio, luego que declararan los dos peritos forenses presentados por la defensa.
El primero en romper el silencio en la última jornada de recepción de pruebas, que coincidió con el tercer aniversario del homicidio, fue Lucas Pertossi (23), quien en una breve declaración ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores dijo: «Siento mucha pena por todo lo que pasó. Quiero aclarar que yo en ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, ni lo toque, ni participé en un plan para asesinarlo».
Sobre su rol en el ataque ocurrido en la puerta del boliche «Le Brique», contó: «Veo que a un amigo mío lo estaban agarrando del pie y lo están tirando al piso. ‘Soltalo’, le pego dos patadas, y me voy caminando a la esquina«.
Pertossi también se refirió al mensaje enviado al grupo de WhatsApp «Los delBoca3» que compartía con el resto de los acusados, en el que señalaba que «caducó» en referencia a cómo había quedado Fernando tras ser golpeado.
«‘Hubo una pelea, vino una ambulancia y un pibe caducó’, me dijo alguien que me crucé y le pregunté si había visto a un grupo de chicos. Y mando lo que él me había relatado», dijo el acusado.
Según él, tras ese comentario, les preguntó a sus amigos: «¿Sabe alguien? Un desconocido me dijo que caducó un pibe», a lo que los demás le respondieron: «Quédate tranquilo, nos peleamos pero volvimos».
También aseguró que solía registrar distintas escenas en video con su celular y que por eso lo apodaban «croniquita» e «intento de influencer», y de ese modo justificó la grabación tanto del momento de la expulsión del boliche como del inicio del ataque.
Tras esa declaración, pidió hablar ante el tribunal Cinalli (21), quien expresó: «Quiero empezar diciendo que lamento mucho todo lo que pasó, fue una tragedia terrible, falleció un chico de mi misma edad. No hubo ningún plan. No hubo planificación. No hubo ningún rol.»
Foto-.Izquierda, Blas Cinalli. A la derecha, Lucas Pertossi.
Al referirse al episodio, y mientras se exhibía un video en el que ve cómo patea a un amigo de Fernando, Tomás D´Alessandro, Cinalli explicó con un puntero en la mano que ese joven estaba «tacleando» y había «agarrado del pie» presuntamente a uno de sus amigos.
«Le grito ‘soltalo’, ‘soltalo’, y ahí me agarra a mí del pie, me iba a tirar, y cuando puedo zafar le tiro una patada», dijo.
El acusado también manifestó que «estaba muy borracho» al momento del hecho y si bien dijo que no recordaba haber estado entre quienes rodearon a Fernando, a partir de los videos exhibidos a pedido de la fiscalía, aseguró finalmente: «Puede ser que estuve medianamente cerca».
A su vez, Pertossi enfatizó en distintos tramos de su declaración que habían bebido antes de ingresar a «Le Brique», que habían cargado «una heladerita con alcohol a la playa», que habían estado «tomando», que llevaron «más alcohol» a «una previa» a que la habían sido invitados y que había perdido a un juego de cartas «a ver quién tomaba más».
A diferencia de Pertossi, Cinalli aceptó responder preguntas, pero solo de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, ya que acusó al abogado de los padres de la víctima, Fernando Burlando, de faltarle el respeto.
Y en ese sentido pidió reproducir un video en el que el letrado se refiere a los acusados con términos como «son cagones en serio», «hijos de puta», «conchudos», «asesinos que merecen morir en la cárcel», «representan residuos escatológicos», «atacaron como unos cagones en manada».
«Esto es lo que viví durante tres años, una falta de respeto para mí y mi familia, muy poco profesional», dijo y aclaró además que sólo no respondería sobre ninguna otra persona que no fuera él.
Ante una pregunta sobre cómo se sentía, dijo: «Mal, en el momento no pensé que había pasado todo eso. Obviamente estoy mal. Me lastimó demasiado todo lo que pasó».
Ambos imputados señalaron que intervinieron tras «un tumulto», luego de que sus amigos resultaron presuntamente agredidos tras ser expulsados del boliche.
Cinalli se refirió, además, a los rastros compatibles con su perfil genético hallados en un dedo de la víctima: «Por la pericia pude ver que Fernando Báez Sosa tenía ADN mío en el meñique. Nunca le pegué a él, no sabía quién era. Supongo que la persona con la que tuve el encuentro (en el boliche) era él. Pero en ningún momento le pegué».
Con la audiencia numero 13, concluyó ayer, miércoles, la última jornada de presentación de prueba del juicio, que coincide con el tercer aniversario del crimen de Fernando.
Al dejar el tribunal tras el cierre de la audiencia, Silvino Bàez aseguró: «Los chicos mintieron. Un borracho no puede escribir mensajes».
En tanto, los fiscales indicaron que las declaraciones de los imputados «no logran refutar las pruebas en su contra«.
Mientras que el abogado Fernando Burlando consideró que la de Cinalli fue «una confesión» ya que «se situó en la escena del crimen».
Con las declaraciones brindadas previamente por Máximo Thomsen (23) y Luciano (21) y Ciro Pertossi (22), los únicos acusados que no rompieron el silencio en el debate fueron Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Ayrton Viollaz (23).
Tercer aniversario del fallecimiento de Fernando Baez Sosa, se lo recordó en Villa Gesell y sus padres encabezaron el homenaje central en Dolores.
Un letrero de madera con el nombre de Fernando Báez Sosa cubierto con estampitas, flores, rosarios y cartas es la postal del lugar donde hace tres años el joven estudiante de abogacía fue asesinado a golpes por un grupo de ocho rugbiers que ahora es juzgado por el homicidio.
A primera hora del día, que amaneció nublado en la localidad balnearia bonaerense de Villa Gesell, varias personas se acercaron al santuario que espontáneamente se conformó al pie de un árbol ubicado frente al boliche «Le Brique», en la Avenida 3, entre calle 102 y avenida Buenos Aires, para homenajear a Fernando en el lugar donde fue asesinado hace exactamente tres años.
El árbol donde las personas colocan sus ofrendas está cubierto de flores, rosarios, estampitas, mensajes de aliento hacia Silvino y Graciela, padres del joven asesinado, y reclamos de Justicia.
«Abrazamos a Graciela y Silvino y pedimos Justicia por Fernando. Desde Tupungato, Mendoza» y «Justicia es perpetua. Que descanses en paz», son algunos de los mensajes que se leen en el lugar.
En la tardes de ayer, los padres de Fernando Báez Sosa encabezaron una ceremonia interreligiosa y una colecta solidaria ante una multitud reunida en el Anfiteatro de la ciudad bonaerense de Dolores al cumplirse tres años del crimen del joven estudiante de abogacía.
A las 19.30,Graciela Sosa y Silvino Báez aparecieron abrazados delante de los presentes que se pusieron de pie, aplaudieron y gritaron «¡Justicia!», tras lo cual, el matrimonio se sentó en primera fila y comenzó el acto central.
Primero encendieron unas velas, luego plantaron un jacarandá y seguidamente se cantó una canción.
El acto central fue declarado de «interés municipal» por las autoridades y fue llevado a cabo en el Anfiteatro Municipal del Parque Libres del Sur de Dolores, ciudad en la que actualmente se desarrolla el juicio oral por el homicidio de Fernando, que tiene a ocho acusados.
La mamá de Fernando solicitó autorización a las autoridades para realizar allí el homenaje y poder contar con una pantalla para proyectar imágenes, además de utilizar la luminaria y los baños públicos, todo lo cual fue provisto por la Municipalidad.
En tanto que se realizaron manifestaciones en Zarate, y en el Barrio de Recoleta, donde vivía la víctima juntos a sus padres, manifestantes exigieron «justicia por Fernando» Báez Sosa en el Obelisco.
Decenas de personas se concentraron esta tarde en el Obelisco porteño bajo la consigna «justicia por Fernando Báez Sosa» al cumplirse tres años del asesinato del joven y exigieron que con el juicio se «dé un mensaje de que la violencia no puede seguir ocurriendo».
Con pañuelos blancos y carteles con fotos de Báez Sosa, manifestantes de distintas edades se reunieron a partir de las 13 en la Plaza de la República, donde dispusieron un altar con velas en homenaje al joven asesinado.
Con fechas de alegatos previstos para el próximo miércoles 25, será el turno de la fiscalía y el particular damnificado, mientras que el jueves 26 alegará la defensa de los acusados del homicidio.
Por enviados especiales, para Telam.