En una profunda y dedicada investigación, Héctor Ángel Benedetti, compositor y estudioso de la historia del tango, además de ser un importante coleccionista de discos antiguos, recogió “Las Mejores Letras De Tango”, una Antología que reúne doscientos cincuenta letras, cada una con su historia y publicada en 1998.
En palabras del propio autor: “El amor, el barrio, los amigos, la tristeza, el café, los “burros”, el futbol, las mujeres (en las buenas y en las malas), Buenos Aires, y muchas otra Pasiones de los argentinos fueron contadas y cantadas por el tango”…
La mención de los barrios porteños han sido uno de los temas destacados en las letras de tangos, donde se nombras amigos entrañables, bares, novias y algún desamor. En ese folklore porteño, compartimos un tango que se refiere a un fantasma y el entorno del “Bajo Belgrano” en la época en que el autor, Alejandro Dolina compuso esta letra.
Fantasma de Belgrano
Tango. (1969)
Era un fantasma que rondaba por Belgrano,
por esas calles de contramano,
y que paseaba sus cadenas de glicina
cruzando un virrey en cada es quina.
Tocaba tangos en las ramas de Zabala,
bailaba valses en Barracas
y se robaba las esquinas del Otoño
para ponerlas de alfombra en su bulín.
Se filtra por las paredes,
hace temblar las persianas
y apaga los faroles de Loreto
cuando ve que una pareja
va hacia el Bajo, y bajo un árbol hace un alto.
Conoce todos los vientos
de Congreso hasta Lacroze,
y en la vieja estación
arrastra sus cadenas
y un dolor.
Pero una noche en una calle de Belgrano,
por esas cosas del empedrado,
se le enredaron sin querer en las cadenas
dos ojos tristes y una melena….
Era la Bruja; Bruja Negra de Belgrano,
que en esas calles de contramano
les roba el alma a los fantasmas y se las lleva
para ponerlas de alfombra en su bulín.
Ya no cruza las paredes
el fantasma de Belgrano,
y llora en las esquinas de Loreto
cuando ve que una pareja
va hacia el Bajo, y bajo un árbol
hace un alto.
Llora por todas las calles
de Congreso hasta Lacroze,
y en la vieja estación
arrastra sus cadenas y un dolor.
Letras y música: Alejandro Dolina.